viernes, 23 de enero de 2009

EL AMAZONA EL CORAZON DEL MUNDO



Amazonas:
Con el río más caudaloso del mundo y la mayor selva tropical del planeta, la Amazonía que compartimos con nuestros vecinos, es también un tesoro de Colombia. Es un lugar prodigioso no sólo por las dimensiones del río y los pueblos aborígenes que lo habitan, sino por la vida que se origina y se nutre de sus múltiples orillas.
Allí está Leticia, una ciudad hospitalaria y confortable rodeada de caminos que conducen a la selva, como el que conduce al dosel reserva Tanimboca, a ocho kilómetros en la vía a Tarapacá, una aldea Huitoto.
En este lugar se pueden escalar árboles de 35 metros de altura y deslizarse de un árbol a otro en un recorrido de más de ochenta metros, y luego partir en una travesía fluvial hasta lugares inimaginados y prohibidos para quien no domina la selva. En el muelle turístico de Leticia se encuentra la línea imaginaria que divide al trapecio amazónico en tres países: Colombia, Brasil y Perú. Allí es posible pactar viajes hacia lugares encantadores.
En un barco de unos veinte metros de largo, con motor a popa y barandas a los costados, se cruza el río hasta Benjamín Constant, en Brasil, desde donde zarpan otros barcos hacia la ciudad de Manaos. Durante la escala hay que internarse en las calles para llegar hasta las tiendas de inmigrantes árabes donde se pueden comprar artesanías y visitar el Museo Etnográfico.
Al viajar por la selva amazónica se aprecian innumerables especies animales y vegetales.
Leticia, Isla de los Micos y Parque Nacional Amacayacu
Del embarcadero de Leticia también salen lanchas con motores fuera de borda hacia la Isla de los Micos, 450 hectáreas de bosque primario habitado por aves, mamíferos y monos y a aldeas peruanas como Santa Rosa y Bellavista.
Por esta ruta se llega al río Yabarí, donde hay sitios ideales para los amantes de la aventura, pues se pueden desarrollar actividades como observación del delfín rosado, y el caimán negro.

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